Preparar un sustrato metálico bajo el agua puede ser un reto debido a la presencia de agua, que puede interferir con los métodos tradicionales de preparación de superficies, como la limpieza, el secado y la aplicación de revestimientos. Sin embargo, existen técnicas y equipos especializados que pueden utilizarse para preparar sustratos metálicos bajo el agua. He aquí un esquema general del proceso:

  • 1. 1. Limpieza de la superficie: Antes de cualquier tratamiento superficial, es importante limpiar el sustrato metálico para eliminar contaminantes como suciedad, aceite, grasa y crecimiento marino. Los métodos de limpieza subacuática pueden incluir el uso de chorros de agua a alta presión, cepillos subacuáticos o técnicas de chorreado abrasivo diseñadas específicamente para su uso bajo el agua. Estos métodos ayudan a garantizar una buena adherencia de los revestimientos posteriores.

  • 2. Desbaste de la superficie: Para favorecer la adherencia, puede ser necesario desbastar la superficie metálica. Puede utilizarse un chorro abrasivo subacuático con abrasivos adecuados para conseguir el perfil de superficie deseado. El proceso de chorreado debe controlarse cuidadosamente para evitar dañar el sustrato o causar turbulencias excesivas en el agua.

  • 3. Protección de la superficie: Una vez limpia y rugosa la superficie, es esencial protegerla de la corrosión hasta que pueda aplicarse un tratamiento posterior. Esto puede implicar la aplicación temporal de inhibidores de corrosión o imprimaciones compatibles con el agua para evitar que el metal se corroa bajo el agua.
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  1. Aplicación de revestimientos: Tras la preparación de la superficie, pueden aplicarse revestimientos al sustrato metálico para proporcionar protección contra la corrosión y otros factores ambientales. Para ello, existen revestimientos subacuáticos especializados que pueden aplicarse mediante técnicas como la pulverización subacuática, el cepillado o el buceo. Estos revestimientos deben seleccionarse en función de las condiciones subacuáticas específicas y los requisitos de la aplicación.

  2. Control de calidad: Es importante asegurarse de que la preparación de la superficie y la aplicación del revestimiento cumplen las normas y especificaciones requeridas. Las medidas de control de calidad pueden incluir la inspección visual, las pruebas de adherencia y la supervisión del espesor del revestimiento.

  3. Mantenimiento: El mantenimiento y la inspección periódicos del sistema de revestimiento subacuático son esenciales para garantizar su rendimiento a largo plazo. Deben llevarse a cabo inspecciones periódicas para detectar cualquier signo de daño, corrosión o degradación del revestimiento, y deben efectuarse las reparaciones o recubrimientos necesarios.

En general, la preparación de un sustrato metálico bajo el agua requiere equipos, técnicas y revestimientos especializados diseñados específicamente para aplicaciones subacuáticas.

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Siguiendo los procedimientos y directrices adecuados, es posible conseguir una protección eficaz contra la corrosión y prolongar la vida útil de las estructuras metálicas sumergidas en agua.